sábado, 5 de octubre de 2019

2.2.2 COMPORTAMIENTO ÉTICO DEL TECNOLÓGO

El comportamiento ético del tecnólogo se refiere a los principios morales que deben regir las decisiones que toma el profesional en tecnología dentro de su trabajo. Todas las profesiones tienen un código de ética que brinda algunas pistas acerca de las acciones correctas e incorrectas. Por una parte, los avances tecnológicos ocurren muy rápido, creando cada día nuevos dilemas éticos. Esto hace difícil que existan normas éticas que permanezcan estables a través del tiempo.
Este fenómeno ha traído grandes beneficios para el desarrollo humano. A causa de este nuevo poder surgen nuevas problemáticas y nuevos dilemas éticos. 

La tecnología nuclear abre el debate de las armas de destrucción masiva y los desechos radiactivos. La producción y consumo masivo de dispositivos electrónicos abre el debate sobre el agotamiento de materias primas.

Los avances en biotecnología también generan controversias. La genética abre el debate sobre la clonación y las modificaciones genéticas.

Las tecnologías de comunicación, además, han cambiado la forma en que los seres humanos se relacionan entre sí. Cada vez existe mayor información disponible pero preocupa la reducción del contacto cara a cara y el enfriamiento de las relaciones humanas.

Los tecnólogos están orientados hacia ciertos principios en el desarrollo de su trabajo. La eficiencia, la efectividad y la búsqueda del conocimiento, son algunos de ellos.

Sin embargo, estos principios no son suficientes para que los avances tecnológicos sean éticos. De hecho, en ocasiones la búsqueda de la eficiencia o la efectividad puede atentar contra el medio ambiente o contra la integridad de los seres humanos. Por este motivo es necesario ampliar los intereses de la tecnología. No basta con que los tecnólogos sean capaces de alcanzar nuevos avances continuamente. También es necesario que estos avances sean responsables.
La mayoría de universidades tienen sus propios códigos de ética del tecnólogo. Estos códigos reúnen una serie de valores generales que tienen aplicación para todos los profesionales de la tecnología, sin importar su campo específico.

Estos valores generales se pueden resumir en dos grupos:
Mantener la competencia técnica de los
desarrollos tecnológicos. Es decir, asegurar su adecuado funcionamiento y efectividad.
Evitar lesiones a otros, su propiedad o su reputación. Ya sea como consecuencia de su desarrollo tecnológico o de su posterior uso.
Estos valores son fundamentales, sin embargo están enfocados en el funcionamiento técnico y el ambiente científico. Por esta razón, no son suficientes para orientar al tecnólogo en los nuevos dilemas éticos que presenta la sociedad.

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